El solo mencionar la palabra guerra, produce un pequeño resquemor, mas al decir “Tiempos de guerra”, definitivamente eriza la piel.
La apreciación de la escritora en el presente libro, la verdad es que no esta lejos de la realidad. Eran tiempos de guerra los que se vivían en el contexto histórico en el que se desarrollaron y escribieron los hechos que se narran.
Efectivamente, el gobernador máximo de la nación en aquella época, había declarado la guerra al marxismo leninismo. El cual había sido supuestamente instaurado en el gobierno de la Unidad Popular liderado por el presidente Salvador Allende, gobierno que había sido recientemente derrocado por un movimiento de liberación nacional.
Por tanto, eran tiempos de guerra.
La autora, ha querido dedicar con el amor de una madre Chilena, este libro, a modo de un legado a sus hijos Ignacio Abdón y Pedro Cáceres Osorio.
Pero también dejar un testimonio para las generaciones venideras, de madres abnegadas, querendonas a la Chilena, es decir, con ese inmenso amor a toda prueba, que es capaz de trascender las distancias y por cierto también los tiempos o épocas.
Lo singular de esta historia, esta en el hecho de que su autora guardó durante casi cuarenta años, las cartas que sus hijos le enviaron en sus respectivos tiempos de cumplir su servicio militar obligatorio, en aquel contexto histórico del país, es decir: “En tiempos de guerra”
Aquí se recogen los sentimientos más íntimos de una familia común; el sufrimiento de una madre a la distancia, su lucha por levantar la moral de sus hijos, por mantenerlos integrados al seno
familiar, informándoles los detalles más domésticos del que hacer diario del hogar.
También preocupándose por enseñarles, educarlos, es decir, no descuidando ningún detalle de los matices de una buena madre.
La gracia, residía en el hecho de que las cartas se escribían a la antigua, es decir, de puño y letra. No existía otro medio de comunicación, estaban a la dependencia de los correos y a la resignación de la espera para la llegada de las respectivas contestaciones. Eran tiempos de esquelas, de sobres, de estampillas, de lapiceras.
La apreciación de la escritora en el presente libro, la verdad es que no esta lejos de la realidad. Eran tiempos de guerra los que se vivían en el contexto histórico en el que se desarrollaron y escribieron los hechos que se narran.
Efectivamente, el gobernador máximo de la nación en aquella época, había declarado la guerra al marxismo leninismo. El cual había sido supuestamente instaurado en el gobierno de la Unidad Popular liderado por el presidente Salvador Allende, gobierno que había sido recientemente derrocado por un movimiento de liberación nacional.
Por tanto, eran tiempos de guerra.
La autora, ha querido dedicar con el amor de una madre Chilena, este libro, a modo de un legado a sus hijos Ignacio Abdón y Pedro Cáceres Osorio.
Pero también dejar un testimonio para las generaciones venideras, de madres abnegadas, querendonas a la Chilena, es decir, con ese inmenso amor a toda prueba, que es capaz de trascender las distancias y por cierto también los tiempos o épocas.
Lo singular de esta historia, esta en el hecho de que su autora guardó durante casi cuarenta años, las cartas que sus hijos le enviaron en sus respectivos tiempos de cumplir su servicio militar obligatorio, en aquel contexto histórico del país, es decir: “En tiempos de guerra”
Aquí se recogen los sentimientos más íntimos de una familia común; el sufrimiento de una madre a la distancia, su lucha por levantar la moral de sus hijos, por mantenerlos integrados al seno
familiar, informándoles los detalles más domésticos del que hacer diario del hogar.
También preocupándose por enseñarles, educarlos, es decir, no descuidando ningún detalle de los matices de una buena madre.
La gracia, residía en el hecho de que las cartas se escribían a la antigua, es decir, de puño y letra. No existía otro medio de comunicación, estaban a la dependencia de los correos y a la resignación de la espera para la llegada de las respectivas contestaciones. Eran tiempos de esquelas, de sobres, de estampillas, de lapiceras.